Air Jordan XXXIX (39)
Venga, como hoy estoy inspirado os hablaré de mis dos últimas adquisiciones porque, además, han llegado esta misma semana las dos: las Nike Air Jordan XXXIX y las Under Armour Flow FUTR X ELITE.
La decadencia de la marca Jordan
He visto unos cuántos vídeos en YouTube y en todos ellos esta zapatilla sale malparada. Sólo se salva en el que hacen los de Basketball Emotion (donde la compré). Y creo que no pueden estar más equivocados: las zapas son una porquería para jugar al baloncesto.
Siendo sinceros, lo que me animó a comprármelas es que me costaron menos de la mitad: compré por unos 98€ unas zapatillas que cuestan 200. Y lo hice a sabiendas de que no iban a pisar la cancha de baloncesto. Esto, hablando de unas Jordan modernas, es un poco triste...
La verdad es que la marca Jordan hace tiempo que está empeñada en acabar con esa imagen de excelencia que siempre tuvo. Los modelos de los últimos años cada vez usan menos materiales premium, los diseños son cada vez más anodinos y el rendimiento... Mejor lo dejamos ahí. Quizás salvaría de la quema las Jordan 38 del año pasado, que funcionaron muy bien en pista. Por lo demás, no hay más que ver la línea Tatum, Zion, muchas Luka... Cacafuti.
Las Air Jordan XXXIX
La estética de las Jordan XXXIX me gusta mucho, la verdad. Y la zapatilla en líneas generales no está mal, pero han perdido una oportunidad de hacer algo realmente bueno con un par de ajustes tontos. Porque la verdad es que lo único en lo que falla la zapatilla es en la estabilidad.
Vamos a empezar por el principio: el agarre.
El agarre es realmente bueno. Un dibujo en espiga doble en una suela de goma translúcida (al menos en mi modelo, el colorway "Barons").
La suela es de tipo "cupsole": el molde es de una pieza hecha en goma que "envuelve" la mediasuela y su unión con los laterales de la zapatilla. Es una construcción muy robusta que ya hemos visto en modelos como las Air Force I y las Jordan I.
La amortiguación es lo mejor de la zapatilla: una unidad de Zoom Air que abarca 3/4 de la suela, posicionada justo al fondo, muy pegada al suelo, visible a través de la suela translúcida. Envolviendo esta unidad de Zoom Air, la maravillosa espuma ZoomX de Nike, la más mullida y con más retorno de energía de Nike.
Esto hace que la sensación de acolchado sea máxima. Son muy cómodas para andar, por ejemplo, pero este acolchado es el que le da a la zapatilla esa sensación de inseguridad por lo inestable de su implementación. Seguramente unos bordes menos redondeados, así como la incorporación de algún pequeño alerón de estabilidad, hubiese sido suficiente para "maquillar" esto y hacer de las Jordan XXXIX un modelo mucho mejor para jugar.
El hecho de no tener una placa torsional incorporada es otro defecto grave que hubiese sido fácilmente subsanable. Eso hubiese dotado a la zapatilla de mucho más "cuerpo" y de una rigidez necesaria para jugar al baloncesto que ahora mismo no tiene.
El upper de la zapatilla es otro cantar. Aquí si que se aprecia una mejora en los materiales, a pesar de que la mayoría son sintéticos. La mayor parte del cuerpo de la zapatilla está hecho en un tejido similar al Cordura, reforzado en las partes más necesarias.
La parte anterior de la zapatilla está hecha de piel. Una piel bastante estándar, como la que viene usando Nike últimamente. Se ve suave, pero es de un grosor bastante normal y no se aprecia lo suficientemente premium. Está colocada estratégicamente en zonas que se identificaron como necesarias mediante un curioso procedimiento: pusieron a un jugador a hacer movimientos con un modelo de zapatillas pintado de blanco y se reforzaron aquellas zonas que se descascarillaron al final del ejercicio.
Resumiendo: un modelo bastante tibio
En resumen, unas zapatillas muy chulas estéticamente (a mí me lo parecen, al menos), pero que no recomendaría comprar si son para usar en la cancha. Una pena, una posibilidad perdida por la marca para volver a hacer auténticos pepinos, como hacía antes.