Under Armour Micro G Charge BB



Ahí va un revival. Un post que no leerá ni Perry, pero que me da la gana escribir porque en él voy a hablar de un par de zapatillas de las más singulares que he tenido: las Under Armour Micro G Charge BB.

Under Armour Micro G Charge BB

Corría el año 2012 cuando Under Armour las sacó al mercado. Por aquél entonces todavía era una marca "cool", que hacía cosas interesantes. Había que tener valor para ir contracorriente y, en plena moda de las zapatillas de baloncesto bajas, sacar semejante engendro. También es cierto que por aquél entonces la marca tenía que hacerse un hueco en el mercado de las zapatillas y para eso tenía que arriesgar.

Si algo llamaba la atención de este modelo era su desmesurada altura. Eran una mezcla entre zapatilla de baloncesto y bota de esquiar, pero... me flipaban. se veían raras, pero desde luego no dejaban a nadie indiferente.

Características

Las zapatillas estaban confeccionadas con una construcción de un solo cuerpo de  Heat Gear, un material desarrollado por Under Armour que era altamente transpirable y sacaba el sudor al exterior para sentirte seco. Diría que esa era su principal virtud: una buena gestión del calor a pesar de lo cerrado de su construcción. 

Under Armour decía de este modelo que conseguía aportar todo el soporte de un modelo high con la movilidad y las sensaciones de una low. Y bueno, la realidad es que no se acercaron ni a lo uno, ni a lo otro. La construcción empleando HeatGear no permitía un ajuste ceñido, por mucho que jugases con los cordones.

La suela era translúcida. Recuerdo que tenía muy buen agarre mientras duraba limpia. Eso para mí no era un problema, acostumbrado a jugar en pabellones bastante decentes en aquella época, pero es cierto que acumulaba polvo si la pista no estaba en buenas condiciones. 

La amortiguación era de lo mejor de la época: el Micro G siempre ha sido una de las mejores amortiguaciones en espuma y todavía perdura hasta nuestros días en algunos modelos de la marca.

Creo que Under Armour acertó con el diseño, pero cuando arriesgas tanto por hacer algo diferente, realmente tiene que ser un pepino. Si no, te pasará lo que le pasó a este modelo: caerá en el baúl de los recuerdos.